Tal y como te explicábamos en un anterior artículo en el que te hablábamos sobre la dieta y acné, existe la creencia que los alimentos que consumamos causan acné, de forma que éstos influyen de forma negativa en la aparición o no de esos molestos granitos.
No debemos olvidarnos que cuando aparece el acné es debido a que las glándulas sebáceas producen más grasa (sebo), de forma que los poros se obstruyen causando la presencia de nódulos o protuberancias.
Aunque es cierto que con el seguimiento de una alimentación saludable nuestra piel tiende a mejorar tanto en salud como en aspecto, la alimentación no causa acné.
Esto es debido a que la grasa de los alimentos no se comunica con las glándulas sebáceas causantes del acné, por lo que no existe relación entre nuestra dieta y los granos, al menos no de forma directa. Esto significa que pensar que el chorizo, el chocolate o los alimentos fritos pueden causarnos la aparición de esos molestos granos es una creencia completamente errónea (que se ha extendido a lo largo de los años).
Tanto a la hora de eliminar los granos como de cuidar la piel, sí es sumamente beneficioso seguir una alimentación sana contra el acné. Te explicamos cuáles son los mejores alimentos.
Beneficios de la alimentación sana contra el acné
- Alimentos ricos en vitamina A: destacan sobretodo el pescado azul, los huevos o carnes como el hígado. Es una vitamina que ayuda a conservar el buen estado de la piel, además de ser útil para determinados problemas dermatológicos.
- Alimentos ricos en vitamina C: son ideales las frutas como los cítricos o las fresas, los pimientos, espinacas y coliflores. Esta vitamina destaca por sus propiedades antioxidantes, útil a la hora de proteger las células de la piel de las agresiones externas.
- Alimentos ricos en vitamina E: son ricos en esta vitamina tanto los vegetales de hojas verdes como los cereales, además de productos naturales como la lecitina de soja. Esta vitamina es útil en la cicatrización de la piel.
- Bebe líquido en abundancia: tanto el agua como las infusiones y tés son especialmente útiles para la hidratación no solo de nuestro organismo en general, sino de nuestra piel en general. Trata cada día de tomar de 1,5 a 2 litros de líquidos.
Este artículo se publica solo con fines informativos. No puede ni debe sustituir la consulta a un Médico. Le aconsejamos consultar a su Médico de confianza.