Los poros son unos diminutos orificios que encontramos en la epidermis de la piel, los cuales cumplen varias funciones, aunque la más importante es eliminar la transpiración. El tamaño de los poros tiende a ser variable, pero cuando se llenan de secreciones sebáceas tienden a abrirse, lo que puede ocurrir cuando estas secreciones no pueden salir al exterior debido a la acumulación de impurezas de la piel.
Por tanto, podemos decir que los poros es la parte de la piel que se conecta con el exterior para la eliminación de toxinas, sustancias extrañas y desechos, así como para absorber los nutrientes externos.
No obstante, cuando los poros se encuentran dilatados se trata de un problema que preocupa a muchas mujeres, y también a algunos hombres y jóvenes, al aportar a la piel una imagen poco estética.
- Parte un tomate maduro por la mitad y frota la piel del rostro con la parte cortada, dejando actuar durante 15 minutos para luego aclarar con agua tibia.
- En un cazo exprime un limón y mézclalo con azúcar. Aplica sobre la piel, dejando actuar 15 minutos. Luego retira con agua tibia.
- Lávate la cara con agua caliente. Luego aplícate agua muy fría (de esta forma conseguirás cerrar los poros).
- El carbonato sódico puede ser utilizado como exfoliante de la piel. Al principio puede arder un poco al aplicarlo sobre el rostro, pero no causará ningún otro problema.
Este artículo se publica solo con fines informativos. No puede ni debe sustituir la consulta a un Médico. Le aconsejamos consultar a su Médico de confianza.
