La península balcánica es un destino imperdible para los turistas que quieran conocer lo más bello de Europa.
La península de los Balcanes es una de las tres mayores penínsulas europeas, ubicada al sur del continente y conformada por Croacia, Bulgaria, Bosnia, Albania, Turquía, Serbia, Montenegro, Rumanía, Eslovenia, Grecia, Macedonia del Norte y Kosovo.
Gran parte de los que quieren aventurarse y viajar a Europa no suelen tener en cuenta esta parte del continente; la gran mayoría elije destinos típicos (que, aun así, siguen siendo maravillosos) como España, Francia, Italia o Alemania, y no piensan en estos países balcánicos, que por más desconocidos que puedan llegar a ser, son igual de impactantes que otros de primera clase, y te permiten conocer un poco más sobre la cultura de estos países que tantas guerras sufrieron.
Sin más que decir, empezamos con las mejores ciudades balcánicas que te harán pensar en visitar esta península.
Mostar, Bosnia y Herzegovina:
Ubicada en la frontera bosnia-croata, Mostar es una verdadera perla balcánica. El stari Most, como se conoce al puente más famoso de la ciudad, fue reconstruido años más tarde, luego de que la ciudad fue bombardeada durante la guerra de los Balcanes, en 1993. Este puente es utilizado, actualmente, como plataforma de clavados para muchos que deciden saltar al río Neretva.
La ciudad también es sumamente conocida por sus mezquitas, como la Koski Mehmed Pasha; o por sus increíbles vistas, dignas de esta zona de la península. También puedes recorrer las calles de la ciudad y toparte con tiendas artesanas, bares y restaurantes típicos, entre demás atracciones.
Liubliana, Eslovenia:
La capital del país balcánico es una auténtica maravilla; su arquitectura moderna, sus museos, los cafés, el río Ljubljanica, el puente de los Dragones, el parque Tivoli, la plaza Preseren, las catedrales, los mercados y los centros de arte hacen de esta ciudad eslovena un encanto para todo aquel turista que la visite.
Además, es una ciudad que se ha modernizado, pero no ha perdido su atractivo, manteniendo parte de sus estructuras originales y sus amplios espacios verdes.
Dubrovnik, Croacia:
“La perla del Adriático”, como se conoce a esta ciudad, es la más concurrida por los turistas en esta parte de Europa. Tiene unos murallones imponentes que, al subirte, te darán una vista panorámica de la ciudad, del mar adriático y de un espléndido amanecer. Su seducción se basa en el contraste entre los techos de teja roja de todas las casas de la zona y el azul celestial del mar.
Además, gran parte de las escenas de Game of Thrones se rodaron aquí; así que, si eres un fan, seguramente recuerdes más de una vez esta hermosa majestad croata.
Belgrado, Serbia:
La capital ribereña serbia es un destino único al cual visitar en el país balcánico; tiene la misma esencia de la Yugoslavia del siglo XX, conserva lugares históricos, como la fortaleza Kalemegdan (construida en el año 279 a. C.) o el templo de San Sava.
El Kalemegdan tiene la ventaja de estar emergido sobre los 125 metros de altura, desde donde podemos ver el mar Sava y el Danubio, donde se encuentran los famosos bares flotantes de Belgrado.
Peatonales como la Knez Mihailova nos conducen a cientos de restaurantes, bares y tiendas de artesanías, haciendo de esta ciudad un lugar típico de los Balcanes.
Ohrid, Macedonia:
Conocida en español como Ocrida u Ojrida, la ciudad del oeste de Macedonia es una belleza emergida sobre los 700 metros de altitud, y asentada a orillas del lago del mismo nombre.
El corazón de Macedonia del Norte tiene un portento sin igual, sus restaurantes a orillas del lago, la mezquita bien en lo alto de la colina, sus playas de agua celestial, sus peatonales comerciales, sus puentes de madera, la costanera; todo hace que Ohrid sea un destino que deberías marcar en tu agenda de los Balcanes.
Kotor, Montenegro:
Otra amurallada que nos da un verdadero vistazo a todo lo que ofrece la península Balcánica; se puede llegar a la ciudad montenegrina desde Dubrovnik, y embelesarse con sus impactantes vistas del fiordo, desde lo más alto de la fortaleza de San Juan.
Pasando por esta ciudad se puede ir tranquilamente a Budva, otra ciudad de Montenegro con su encanto de playas y cultura. Ambas, amuralladas y con muchos menos habitantes que la vecina croata anteriormente nombrada. Aun así, un paraíso balcánico al cual viajar.
Pristina, Kosovo:
Muchos deciden, tras la interminable guerra con Serbia, reconocer a Kosovo como un país independiente, otros tantos no; pero la cuestión es que ya es un país balcánico, y Pristina es una ciudad con una beldad increíble.
Tiene infinidad de lugares a los cual visitar, como el monumento Newborn a la relevancia política, la catedral de la Santa Madre Teresa de Pristina, el parque Germia, el museo etnográfico, el museo nacional de Kosovo, la estatua de Bill Clinton (sí, tienen una estatua del expresidente de los Estados Unidos, agradeciendo su ayuda durante la guerra yugoslava entre 1997 y 1999) o la Iglesia de Cristo Salvador.
Si tienes pensado ir a Kosovo, esta ciudad, junto a Ferizaj y Skopje, es un destino a tener muy en cuenta.
Meteora, Grecia:
Esta ciudad griega alberga una enorme cantidad de monasterios en la lista de la UNESCO, los cuales se encuentran, en su mayoría en lugares con vistas impresionantes. Tan solo hay que visitarla para darse cuenta de la magia de esta ciudad.
Subir a cada monasterio puede llevarte un muy largo rato, pero ahí está la gracia de viajar, conocer toda la ciudad y no solo los puntos turísticos.
Así que, si vas a Grecia, no solo visites Atenas, pues Meteora te va a dar una grata sorpresa.
Berat, Albania:
En sí, Albania tiene un atractivo sin igual; solo hay que visitar Berat para darse cuenta de ello, pues, la ciudad albana está ubicada a la orilla del río Osum, y para el otro lado, mirando a las colinas, se pueden ver las cientos de casas construidas allí.
Berat tiene diferentes atracciones, las cuales nos van a hacer ver Albania de otra manera, como lo son el castillo de Berat (o por lo menos los restos), construido en el siglo XIII sobre un cerro; el puente Gorica, el museo etnográfico y las decenas de mezquitas repartidas a lo largo de la ciudad balcánica.
Sofía, Bulgaria:
La capital búlgara se caracteriza por su enorme catedral que, en comparación a una de las más impresionantes, como la de San Sava, en Belgrado, ésta le gana, y por mucho. La catedral de Alexander Nevski es de las más grandes del mundo, un ícono de Sofía y de los Balcanes, en general.
Aquí se puede visitar también la Iglesia de Boyana, con data del siglo X; el boulevard Vitosha, calle con tiendas de lujo y cafeterías; el centro de esquí y senderismo Vitosha; la mezquita Banya Bashi; o el museo regional de historia.
En resumen, la península balcánica es un destino imperdible y lo tiene todo, playas, arquitectura, vistas, templos, palacios, cultura, artesanías, gastronomía y, sobre todo, tranquilidad. Así que, si esto es lo que buscas, los Balcanes es el destino ideal para ti.
Pero, si aún quieres más destinos de la zona, aquí te dejamos el enlace a una lista de ellos.