Entrenamiento de élite para definir tus objetivos como un buen Navy Seal

Uno de los principales problemas que nos causa inseguridad, temor y frustración es el no cumplir con los objetivos que nos ponemos.


Esto puede ocurrir bien porque no sabemos cómo llegar a alcanzarlos o, error muy común, no sabemos definirlos con rigor.


¿Quieres aprender cómo definir estratégicamente tus objetivos?

Aprende a definir estratégicamente tus objetivos –

Clint Eastwood me inspiró


Pues sí, el otro día vi la película de «El Francotirador» dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Bradley Cooper –por si te gustan las películas bélicas y quieres para pasar una tarde-noche entretenida- sobre la historia real de Chris Kyle, Navy Seal que batió el récord de muertes como francotirador del ejército estadounidense.


Y es que no hay mucha diferencia entre cómo es el trabajo de preparación de un francotirador y cómo debemos definir nuestros objetivos para facilitarnos su alcance.


Te voy a dar las instrucciones que debes seguir para alcanzar tus objetivos.


Así que anímate, pon blancos en tu punto de mira, llega a ellos y bate tus propias marcas.


# 1. Define con claridad tu objetivo


Un buen estratega militar no se lanza a sus enemigos sin tener un plan, una misión previamente estudiada.


Tus primeras herramientas van a ser la dedicación y la reflexión.


¿Qué quieres conseguir? ¿Hasta dónde quieres llegar? Sé consciente de lo que deseas conseguir y de lo que estás dispuesto a hacer para llegar a ello.


¡Ojo! No confundas lo que quieres con lo que crees que quieres, es un fallo habitual. Por ejemplo, no te digas que quieres comer más sano, cuando en realidad lo que deseas es perder 10kg.


No mezcles ideas similares, y mucho menos dispares, porque llegarás a un punto en el que te encontrarás perdido sin saber qué estás haciendo ni para qué lo estás haciendo.


Ello solo te generará estrés y frustración.


# 2. Estudia al «enemigo»


Espías, infiltrados, escuchas ocultas, drones, cámaras o diversos instrumentos de observación.


Analiza el alcance, el tamaño y la localización de tu blanco.


Todo para obtener la máxima información posible.


Si quieres que tus objetivos sean eficaces y más fácilmente alcanzables, te aconsejo que sigas la filosofía SMART para definirlos:


Concreta lo máximo que puedas, que no te quepan dudas más adelante sobre cuál es la meta a la que quieres llegar. Mejor que quieras perder 5kg que a que quieras perder peso a secas.


Haz de objetivo una meta cuantificable. Si tienes dificultad para ello, al menos que sean medibles para poder realizar un análisis sobre cuánto camino hemos recorrido en determinados momentos. Ejemplo: Voy a salir a pasear vs Voy a salir 2 h de paseo 3 veces por semana.


Un objetivo debe ser retador para que nos mantenga motivados a alcanzarlo. Para ello, no pierdas de vista el siguiente punto.


Los objetivos deben estar dentro de nuestras posibilidades y de las cualidades, herramientas y recursos de los que disponemos. No te propongas pasear 2h por las mañanas antes de ir a trabajar si ya te levantas a las 6 de la mañana y te da tiempo justo de llegar a tu oficina a las 7:30. Probablemente no lo consigas.


Establece una línea temporal. Define tus objetivos en el tiempo, así serás consciente de cuándo tienes que cumplir diferentes etapas. Ejemplo de ello podría ser montar mi propio negocio en 1 año.


# 3. La dificultad de la batalla


Si el enemigo fuera fácil, las guerras no durarían tanto.


Ocasionalmente, conseguir tu objetivo será sencillo. Mayoritariamente no suele ser así.


Tus objetivos no son fáciles. Tienes que mentalizarte y ser consciente de la carga de trabajo que vas a tener.


No, no desistas aún, que no hemos llegado ni a la mitad de la instrucción.


Que no te dé un bajón por lo de «la carga de trabajo».


Si has hecho bien el primer ejercicio, el objetivo que te has planteado sólo traerá cosas positivas a tu vida. Eso te servirá de motivación para continuar.


El siguiente punto te ayudará a sobreponerte. Respira, bebe un poco e agua y recupérate.


# 4. Hazte de tus mejores armas


Aunque ya lo he comentado antes, esto merece un punto a parte.


Los francotiradores y militares, en general, llevan sus fusiles de asalto, bayonetas, lanzagranadas,…


Tú debes hacer lo mismo.


Si quieres perder peso y has decidido ir al gimnasio o hacer más deporte, ve a tu armario y busca esa sudadera que te regaló tu novio/a aquel cumpleaños. O rescata esos tenis que tienes guardado aún en su caja, con su bola de papel dentro para que no se deformen.


Estudia qué cualidades tienes o qué herramientas tienes tú en exclusiva que te van a hacer invencibles en tu desempeño.


Profundiza en ti. Pregúntate qué cualidades tienes ya para lograr tu objetivo.


Si eres una persona persistente, probablemente te cueste menos ir a diario al gimnasio para perder esos kilitos que te sobran, que alguien que no posee esa habilidad.


Importante es que seas positivo en la definición de objetivos. Evita pensar en lo que no quieres.


Siguiendo con el ejemplo, no te repitas que quieres dejar de estar gordo o rellenito, sino que quieres tener una mejor figura o que pretendes entrar en esos pantalones que has visto en tu tienda favorita.


# 5. Sitúate en el campo de tiro


¿Qué pasará tras dar en el blanco? ¿Cuándo cumplas tu objetivo?


Viaja en el tiempo.


Mira hacia atrás, en tu pasado, y date cuenta de todo por lo que has vivido por no haber cumplido tu objetivo.


Ahora, posiciónate en el futuro, una vez alcanzado tu objetivo. ¿Qué sientes? ¿Qué ves? ¿Qué dicen de ti los demás?


¿Qué supone el cambio has realizado?


Siempre que encuentres dificultades en el camino, realiza este ejercicio. Te aseguro que saldrás más reforzado y motivado para continuar.


Retomando la película de «El Francotirador», el objetivo personal que tenía Chris Kyle era acabar con terroristas para que no llegaran a su país y eliminar la posibilidad de que hicieran daño a su familia y seres queridos.


# 6. Eres tú el que tienes el arma en tus manos


Tus objetivos dependen de ti.


No te plantees objetivos cuya consecución necesiten en gran medida la intervención de otros.


¿Qué tienes que hacer solo tú?


Si en alguna ocasión dependes de otros, pregúntate qué debes de hacer tú para conseguir que otros respondan como quieres.


Sé independiente, tus metas deben ser personales para que puedas controlar todas las etapas o acciones derivadas de ellas.


# 7. Posición táctica


Sí, el que disparas eres tú.


Pero piensa en cómo tus objetivos influyen en tu alrededor, en cómo afectan a las personas de tu entorno.


¿Surge algún tipo de conflicto si alcanzas tu objetivo?


¿En qué me beneficia o favorece a los demás?


¿Qué ocurriría si no lo consigo?


Todas estas preguntas son fuente de información y te ayudan a tomar decisiones.


Puede ocurrir que con un disparo alcances a tu objetivo. Pero también puedes poner en riesgo a tu equipo con el ruido de tu arma.


# 8. Eres uno más del escuadrón


Ayúdate de la gente que te rodea.


Cuenta a tus seres más cercanos cuál es tu meta, por qué quieres conseguirla, qué vas a hacer para medir tu éxito y los plazos que te has fijado.


Te va a ser beneficioso por dos cosas principalmente:



  • De forma indirecta te ayudarán a que logres tu objetivo. Te facilitarán el camino.

  • Sentirás presión por alcanzarlo, no querrás que los demás te vean como un perdedor o una persona que se rinde. Así somos las personas, nos dejamos influir por el que dirán, sobre todo si viene de nuestros allegados.

# 9. Consistencia


En el argot del francotirador, consistencia es la relación que existe entre el arma y la persona que la lleva en sus manos.


Sin esta capacidad, no se podría realizar un disparo con precisión, no se podría calibrar ni ajustar el arma para alcanzar el blanco.


Busca esa conexión profunda que hay entre el objetivo que te has propuesto y tú.


Puedes practicar para que el proceso sea más sencillo o rápido, pero si no hay un lazo que te una fuertemente con tu meta, esta aventura será más complicada.


Ya no tienes excusas sobre cómo definir bien tus objetivos


Creo que el entrenamiento ha sido intenso.


Pero piensa en los cadetes aspirantes Navy Seals.


¿Sabías que en una de las fases de instrucción solo llegan a dormir 5h en 5 días?


Empiezan con un objetivo claro: formar parte del mejor cuerpo de élite del mundo.


Ahora te toca a ti.


Realiza una buena definición de tus objetivos para que llevarlos a cabo sea sencillo.


La buena planificación y preparación para las situaciones de alerta, te harán superar las situaciones de falta de control.