Si existe una planta medicinal que goza de reconocido prestigio no solo en la fitoterapia, sino en el sector de la belleza más natural por sus virtudes medicinales destacadas, esa es la manzanilla (conocida también con el nombre de chamomilla matricara).
No en vano, se convierte en una planta ideal a la hora de elaborar remedios caseros interesantes desde un punto de vista de la belleza natural. De hecho, en ocasiones anteriores nos ocupábamos de explicarte cómo elaborar un champú de manzanilla ideal en el cuidado del cabello de forma natural, o cómo preparar una crema de manzanilla limpiadora del cutis.
Medicinalmente se utilizan sus flores y hojas, mientras que su recolección se lleva a cabo sobretodo a finales tanto de la primavera como del verano.
En lo relacionado a la acción farmacológica de la manzanilla, especialmente desde un punto de vista terapéutico y medicinal, destaca por su efecto calmante, antiinflamatorio, antiséptico, aromático, sedante, tónico y antiespasmódico, entre otros.
Beneficios de la manzanilla para la piel
Tanto la manzanilla romana (la más conocida popularmente hablando), como la manzanilla propiamente dicha en sí misma se utilizan comúnmente a la hora de cuidar la piel naturalmente.
En lo que se refiere al propio cuidado de la piel, se utiliza principalmente el aceite de manzanilla, la cual aporta beneficios relajantes, calmantes y tranquilizantes. Por ello es una planta ideal no solo a la hora de relajar y calmar el cutis, sino que añadido al baño, ayuda a relajarnos física y mentalmente mientras disfrutamos de su aroma dulce y calmante.
Son adecuadas tanto para la piel seca como para la piel sensible, sobretodo en aquellas pieles que se irritan con cierta facilidad.
En lo que tiene que ver a su utilización en el tratamiento de diferentes trastornos de la piel, es adecuada en caso de eczema (sobretodo en pieles inflamadas).
Este artículo se publica solo con fines informativos. No puede ni debe sustituir la consulta a un Médico. Le aconsejamos consultar a su Médico de confianza.
