¿Para qué sirve conocer el significado de los colores?
El mundo del color está repleto de imágenes y sensaciones tan ricas y diversas que nos aportan infinidad de ideas y sentimientos. Saber ir más allá del color en sí mismo y poder analizar en profundidad esta cuestión no es tarea fácil. Vamos a ir poco a poco para intentar comprender para qué sirve conocer el significado de los colores.
¿Qué sensaciones nos aportan los colores?
Contemplar una amalgama de colores nos puede incitar tanta cantidad de cosas que los efectos se pueden tornar indescriptibles. Es decir, según el color que estemos viendo podemos sentir: odio, amor, pasión, rechazo, asco, ira, tristeza…etc.
En muchas ocasiones asociamos los colores según el contexto en el que estamos en ese momento. Por ejemplo, entrar en una habitación pintada en tonos fuertes como el rojo o el amarillo nos hará sentir efectos de una gran energía y vitalidad. Pero, si por el contrario, la estancia está en suaves tonos pastel eso hará que las aguas se calmen y volvamos a nuestro estado natural.
Las sensaciones que nos llegan a transmitir los colores pueden venir producidas además por factores externos tales como la educación, el entorno, la sociedad en la que nos movamos y por lo que nos hayan enseñado. Destacar que a pesar de que las sensaciones son de carácter individual, las impresiones que provocan suelen ser de tipo general. Es en este punto donde los expertos en el mundo del marketing y la publicidad hacen su “agosto” particular para incitar a las personas a comprar determinados productos gracias a la implicación de colores.
Algunos rasgos característicos de los colores
- Rojo: Es el color del poder, de la fuerza. También representa la pasión y la sexualidad. Pero también está asociado a la violencia y la sangre.
- Verde: El color por excelencia de la naturaleza, de la primavera, de la frescura y la juventud.
- Amarillo: Representa la luz del sol. La vitalidad y la energía.
- Negro: Un color relacionado inevitablemente con el luto y la tristeza. Con las pesadillas, con el horror y las desgracias. Pero su dicotomía le hace aparecer, al mismo tiempo, como el color de la elegancia y la distinción.
- Blanco: Pureza e inocencia van unidas en esta tonalidad. El color de los buenos principios y la honradez.
- Azul: El color del cielo y del mar. Sensaciones profundas asociadas a niveles laborales y profesionales. Color intensamente relacionado con la inteligencia y el equilibrio.
- Naranja: La sociabilidad, la amistad. Diversión y alegría. Una curiosidad es su referencia inevitable a los olores frutales.
Como podemos observar los matices y realidades de cada uno de ellos son tan subjetivos porque se atienen a los sentimientos y sensaciones personales e individuales. Pero nos quedaremos con la siguiente reflexión: ¿Qué haríamos en un mundo sin color? Te recomendamos leer el origen del color