Puede ser consumido con menta (como es el caso del té verde con menta), o con hierbabuena (conoce cómo elaborar el té verde con hierbabuena), y muchas personas optan por endulzarlo con miel o con azúcar de caña integral, aunque muchas otras desean disfrutarlo sólo.
No obstante, existe la costumbre –especialmente en el Reino Unido- de consumir té con leche, lo cual aporta un sabor completamente original y diferente al té, dado que tiende a suavizar su sabor.
Como de buen seguro sabrás, el té aporta una serie de sustancias antioxidantes (principalmente polifenoles y catequinas) que, precisamente, lo convierten en una de las bebidas más sanas que existen.
Entre sus virtudes más importantes, nos encontramos con que es capaz de bajar el colesterol, además de ayudar a la persona a cuidar su corazón, manteniéndolo saludable y activo.
Pero, tal y como han advertido muchos expertos en salud, parece que tomar té con leche no es todo lo beneficioso que pudiera esperarse. Y es que, al parecer, la caseína que encontramos en la leche inhibiría los efectos de las catequinas del té, al unirse a ellas.
Si bien es cierto que no produce ningún efecto negativo en la salud, y que puedes seguir disfrutando de una taza de té con leche, lo cierto es que si deseas disfrutar de todas sus virtudes y propiedades, lo mejor es seguir tomándolo solo.