Se está hablando mucho últimamente sobre cómo el teléfono móvil afecta negativamente a nuestra productividad, como una distracción más que nos persigue a diario.
Zumbidos, sonidos en forma de tonos, la lucecita que parpadea… todos nuestros sentidos se ponen en alerta cuando nos llega alguna notificación. Y es que usamos nuestros smartphone para todo:
- Escribir correos electrónicos
- Hacer y compartir fotos
- Comunicarnos con otras personas
- Compartir estados en las redes sociales
- Localizar algún punto del mapa
- Organizarnos y gestionar la agenda
- Consultar cualquier cosa en internet
- Guardar contactos
- Pedir comida
- Comprar
- Reproducir vídeos, series y películas
Y un sinfín de funcionalidades más.
Tras leer todo lo que podemos hacer con ellos, ¿realmente te parece que nos hace improductivos?
Mi opinión es un simple, sencillo y rotundo NO.
Tenemos una gran cantidad de información en nuestras manos y el saber es poder. Además te permite estar conectado con cualquiera que lo desee si te surge algún problema.
El móvil dispone de tantas funcionalidades que es imposible que te haga ser menos productivo –Lo que si es cierto es que el móvil igual que puede hacerte la vida más fácil, puede complicártela de igual modo. Hay que tener un equilibro.
Hablemos de distracciones
Con la misma firmeza respondo con que SÍ nos distrae, pudiendo hasta perjudicar nuestra productividad con un mal uso del mismo, gracias a las notificaciones.
Aunque suelen ser de corta duración, estas interrupciones son bastante más dañinas de lo que te imaginas, descentrándote, desconcentrándote y perdiendo el hilo de lo que estabas haciendo. Interrumpen tu rendimiento, por no hablar cuando encima interactúas con el dispositivo.
En un estudio en el Journal of Experimental Psychology: Percepción Humana y Rendimiento, los investigadores encontraron que los sujetos experimentales que realizaban una tarea que requería un enfoque intenso, la desempeñaron mal cuando recibieron notificación de un texto o recibieron una llamada al teléfono durante el experimento.
Cuando las notificaciones rompieron su concentración, los sujetos tenían más respuestas incorrectas y eran más propensos a hacer conjeturas rápidas. Los sujetos que recibieron la notificación de una llamada – incluso si no la contestaron – tenían tres veces más probabilidad de que cometieran errores.
La razón de estos resultados es que, a pesar que somos unos “expertos” en multitarea, nuestros cerebros no son realmente tan buenos en ello como pensamos. Sólo podemos ponerle atención a más de una cosa durante un pequeños momento dado. Y más tareas se traducen en una división de nuestra concentración.
Según los investigadores, aunque el momento real de la interrupción de una notificación telefónica es breve, interrumpe nuestros pensamientos durante un período considerablemente más largo, por lo que es difícil volver a aquello con lo que estábamos al 100%.
Suelo tener el móvil siempre cerca, sobre todo por si me llaman por alguna urgencia. Cuando algo es importante, nadie se molesta en escribir un mensaje por WhatsApp o Facebook o espera que le cojas la llamada por Skype cuando algo gordo pasa.
Pero sí que soy consciente de la cantidad de notificaciones que me llegan durante todo el día. Es implacable el acoso que tengo, o más bien tenía porque hace tiempo que tomé medidas para ello.
¿Qué hacer para no depender tanto del móvil?
Aquí van una serie de tips que llevo implantando en mi vida desde hace unos dos años, y que personalmente me funcionan muy bien.
1Silencia o, para radicalizarse un poco, elimina las notificaciones de tu redes sociales y demás aplicaciones que te bombardeen con ellas. Las apps te permiten hacerlo entrando en sus ajustes.
2Planifica dos o tres momentos al día, durante tu jornada de trabajo, para ponerte al día con lo que ha pasado en tus redes sociales y servicios de mensajería.
3Apaga el sonido de tu teléfono salvo el de las llamadas, por lo que te he comentado sobre si hay algún asunto importante o urgente.
4Y ahora con las pulseras de actividad, dejo el móvil en completo silencio. Cuando recibo una llamada, la pulsera vibra y me muestra el número, por lo que dedico si tengo que contestar o no.
5Elimina todas aquellas aplicaciones que no usas. No solo evitarás que dejen de molestarte sino que ganarás espacio en tu terminal.
6No te voy a pedir que lo apagues pero sí, al menos, silencia el móvil por las noches. Mejorará tu productividad porque dormirás mejor, no habrá nada que te moleste y aumentará la calidad de tu sueño.
7Procura tener el móvil lo suficientemente lejos para enterarte de que te están llamando pero no lo suficientemente cerca como para tenerlo a la vista.
8Prueba a disfrutar de tu familia y amigos sin tener el móvil a mano o sin tenerlo de por medio. Seguro que es mucho más gratificante que el comunicarse a través de una pantalla. Y ya no te mirarán con cara de enojo porque le haces más caso al telefonito que a ello.
9Vuelve a llevar reloj de pulsera. Que seguro que eres de los que lo han defenestrado porque para eso llevas el móvil. Una manera de no caer en la tentación es comprobar qué hora es con tu reloj.
Deja de coger el móvil para saber la hora. Vuelve al reloj de pulsera de toda la vida –Cómo lograr no caer en el síndrome de abstinencia
También lo he vivido. El no poder estar mas de cierto tiempo sin mirarlo. Cuando las notificaciones no paraban, mi curiosidad más aumentaba y más ganas tenía de ir a mirar.
Pero reconozco que perdía mucho tiempo y me empujaban fuera de mi foco, lo cual me suponía un problema.
Paso nº1 Enfócate
Sí. Sé consciente de lo que tienes que hacer y en cuánto tiempo. No pierdas el rumbo e identifica por qué es tan importante la tareas que estás realizando y por qué es tan importante concluirla en plazo.
Si tienes claro como el agua, que lo que tienes entre manos es de suma importancia, no dejarás que nada ni nadie te moleste en tu empeños de realizarla.
Paso nº2 Sé consciente del tiempo que pierdes
Para, piensa y recapacita cuánto tiempo dedicas a las notificaciones de tu móvil, a mirarlo por si tienes algún mensaje o lo que sea.
Acto seguido, quiero que te preguntes si en alguna ocasión has perdido la concentración echándole un vistazo a tu dispositivo.
¿Cómo te sentiste? ¿Realmente te es satisfactorio saber que están consumiendo tu tiempo productivo en algo que no te aporta nada? Recuerda que vas a tener períodos de tiempo programados en donde vas a poder chequear qué ha pasado en el mundo digital.
Paso nº 3 Rétate
Conviértelo en un juego. Tú contra la máquina. ¿De verdad vas a dejar que te gane?
Si hoy has podido dejar 20 minutos tu teléfono en el cajón de tu escritorio. Intenta que mañana sean 30, y así conseguirás superarte a diario.
No te voy a pedir que seas un extremista, ve poco a poco. Sin pausa pero sin prisas. Lograrás controlar las ansias de ir a ver qué pasa.
¿Qué pasa cuando tenemos un teléfono de empresa?
La tecnología móvil permite a los empleados o autónomos utilizar datos y recursos de la empresa sin estar vinculados a una sola ubicación. Los trabajadores son capaces de llevar con ellos su oficina con ellos cuando están trabajando en el campo.
Se trata de una herramienta para hacer su trabajo de la manera más eficiente posible. Los dispositivos móviles les capacitan permitiéndoles trabajar siempre y cuando lo necesiten.
Mi consejo es sencillo, no mezcles tu móvil personal con el profesional. Como te acabo de decir está para trabajar no para dispersarse.
En una ocasión me encontré el teléfono lleno de imágenes de los productos que fabricábamos y encontrar una foto personal me era casi imposible entre todas ellas.
Si tu jefe no te ha provisto de uno y realmente lo necesitas, solicítalo porque las ventajas son enormes.
Créeme si te digo que no es nada agradable ver una foto de tu madre entre tanta botella de lejía.
Silencia las apps que te hagan falta y la aplicación de correo. Cada vez que tengas que hacer uso de él, revisa por encima la bandeja y decide, según importancia, aquello que sea urgente.
¿Entonces qué? ¿Aumenta o reduce nuestra productividad?
Sigo creyendo que mi teléfono ha aumentado mi productividad. Me facilita hacer un montón de cosas que antes ni imaginaba.
Puedo revisar mis correos, editar mis posts, comunicarme con los clientes, gestionar las reuniones, me permite grabar todo aquellos que quiero revisar con posterioridad, leer contenido de interés y consultar dudas. Además con una buena conexión, puedo llevar mi empresa en él.
He conseguido mantener a raya cualquier tipo de notificación que recibo, y no me suponen una vía de distracción.
Sí, el móvil afecta a mi productividad de forma muy positiva.