Aumenta tu productividad y rendimiento disfrutando de tus vacaciones

El otro día leí que los estadounidenses prefieren coger menos días de vacaciones de lo que les corresponden. Todo lo contrario a lo que hacen la mayoría de los europeos.


No quiero pensar que es porque exista la creencia de que echar más horas en el trabajo, nos hace más exitosos. No se trata de trabajar más, sino de aprovechar de forma óptima el tiempo que empleamos.


Solo el acto de levantarse por la mañana ya puede resultarte una tarea desalentadora, por no hablar de las responsabilidades que tenemos a nuestras espaldas.

El secreto para ser un trabajador eficaz es no trabajar demasiado –

Pero si hay algo que he aprendido es que el cuerpo y la mente necesitan descansos. Y aquí es en donde las ansiadas vacaciones entran en juego. Nos proporcionan descanso y más de un beneficio de gran influencia en nuestro éxito y felicidad. Al menos mucho más que el echar horas extras en tu puesto de trabajo.


¿Por qué hacer tu vida más difícil por no coger unas vacaciones para reponer fuerzas?


1Recuperación del sueño perdido


El sueño quizá sea uno de los impactos que más influyen en nuestra felicidad. Es imposible disfrutar de algo si estamos físicamente agotados. La falta de sueño afecta negativamente a los procesos cognitivos de nuestro cerebro. Es decir, a la toma de decisiones y a la capacidad de estar en alerta.


2Aumento de la creatividad


La rutina puede acabar con nuestros deseos de explorar y entender. Cuanto más nos exponemos a cosas novedosas, más intensa es la necesidad de crear, indagar y comprender.


3La influencia de la naturaleza


Un estudio de la universidad de Michigan analizó los beneficios que tenía la naturaleza en nuestro enfoque y rendimiento.


Mandaron a un grupo de estudiantes a pasear por el núcleo urbano de una gran cuidad y a otro a una arboleda llena de naturaleza. Al regresar los examinaron de una prueba cognitiva y estos últimos obtuvieron una puntuación significativamente mayor.


4El cambio de visión


Si siempre no rodeamos de las mismas personas, siempre pensaremos de la misma manera. Irse de vacaciones, y terminar en nuevos entornos, puede abrirnos la mente y cambiar la forma que tenemos de ver el mundo.


Desarrollamos una mayor perspectiva global que puede ayudarnos a la hora de resolver los problemas que se nos plantean en el día a día.


El cerebro debe recargarse de energía


Seguro que cuando terminas de practicar algún deporte no piensas en renunciar a tomarte un respiro y descansar. Todo lo contrario te puede ocurrir con tu mente.


Muchas veces solo tenemos en cuenta nuestro cansancio físico. Cuando la realidad es que nuestra materia gris se cansa mucho antes que nuestro cuerpo.


Sobre todo esto ocurre en los últimos años, en donde gran parte de los trabajos son mentales. Y tenemos que saber gestionar de forma adecuada nuestros recursos cognitivos.


El cerebro es un músculo más que podemos fortalecer, al igual que agotarlo. Por lo que hay que dejar que se reponga para mejorar su rendimiento.

Las personas son como los smartphones: tenemos que recargarnos o nos quedamos sin batería –

¿Sabías que nuestro cerebro consume el 20% de las calorías de tu cuerpo a pesar de que solo representa el 2% de él? De esta forma, tu cerebro necesita reabastecer la energía que gasta tras demasiado tiempo de fatiga en tus tareas. Él te lo agradecerá y la calidad de tus acciones y decisiones mejorará.


Si no reemplazas la energía quemada estarás abocado al estrés, al agotamiento y a un mal funcionamiento de tu recursos mentales.


No olvides que un cerebro sobrecargado y fatigado no tiene capacidad para concentrarse, planificar, prestar atención o resolver problemas complejos. Todas ellas herramientas de productividad.


Enchufa tu cerebro a la red del descanso


Para recuperarse existen varias opciones. Desde los pequeños descansos a lo largo de la jornada, despejar tu menta al llegar a casa, hasta los fines de semana, las vacaciones o el sueño.


También un bueno momento para recargar pilas puede ser la hora del almuerzo. Mientras comes, tu cerebro se va recuperando. Así como hacer ejercicio, que aumenta tu productividad y encima te permite estar en forma.


Recuerda que breves ráfagas de atención con pausas igualmente deliberadas son la manera más segura de aprovechar tu plena capacidad de ser productivo.


Los descansos cortos te permiten mantener tu atención en una tarea sin la pérdida de calidad que se suele producir con el tiempo.


Es más que recomendable dejar los asuntos de trabajo en tu trabajo. Es una estrategia efectiva e importante para que te recuperes. Y también es una de las tareas más difíciles. Pero hacer esta separación, te va a permitir reducir la fatiga, además de promover cambios positivos al día siguiente.


Y ahora ya me meto en el meollo del asunto: la vacaciones. Se ha demostrado que las vacaciones conducen a un rendimiento significativamente mayor al volver a tu puesto de trabajo.


Más que nada es porque nos alejamos de los factores que nos producen estrés y porque solemos desarrollar de distinta manera nuestras conexiones sociales.


El descanso, la relajación y la reducción del estrés son muy importantes para tu bienestar y salud. Por otra parte, disminuyen el riesgo de padecer enfermedades del corazón y los tiempo de reacción mejoran.


Además, la psicóloga clínica Deborah Mulhern ha encontrado que las personas que no dedican tiempo suficiente para la relajación pueden tener más dificultades para relajarse en el futuro.


Según comenta, sin descanso las conexiones neuronales que producen la sensación de calma y tranquilidad se debilitan, haciendo más complicado cambiar a modos menos estresado. Por lo que destaca la necesidad de que nuestra mente pase por un proceso de restauración.


 


Las vacaciones reducen tu estrés y mejoran tu creatividad y productividad


Al igual que los pequeños descansos mejora la concentración, las pausas largas reponen tu rendimiento profesional.


La privación de las vacaciones solo conduce al aumento de los errores y al resentimiento con tus compañeros de trabajo.


Es lógico pensar que la mayoría de las personas tendrán una mejor perspectiva de lo que es su vida, y estarán más motivadas para la consecución de sus metas, tras una merecidas vacaciones.


Existen investigaciones que muestran que las vacaciones realmente aumentan la productividad, lejos de ser un freno en nuestro rendimiento.


Un empleado encadenado a su escritorio, y que nunca puede cogerse tiempo libre para relajarse, es posible que se convierta en una víctima de agotamiento y perder la motivación.


Imagina que tienes 1 mes para entregar un proyecto. Posiblemente no te pongas con él hasta que queden unos poco días. Pero si solo dispusieras de 2 horas, te darías prisa para concluirlo, ¿cierto?


Algo similar ocurre con las vacaciones. Si tienes más días libres y menos días de trabajo, estás en la obligación de ser más eficaz con tu tiempo.


Además es una situación win-win. No solo ganas tú, sino la empresa en la que trabajas. Tú descansas y pasas tiempo con tus seres queridos y a tu vuelta los resultados que generarás serán mejores.


Pero existe una excepción, si tus vacaciones son estresantes o consiguen alterarte, los beneficios positivos desaparecerán. Así, minimiza tu estrés y no te permitas el lujo de desperdiciar la oportunidad perfecta para relajarte y aumentar tu productividad.


Y es que una vez que eliminas los factores que te provocan el estrés, el cuerpo tiene la oportunidad de recuperarse de la fatiga crónica que afecta a tu sistema. Haciendo que te recuperes del agotamiento.


La posibilidad de pasar un tiempo lejos de estresores y el estar inmenso en un entorno diferente, te van a facilitar mejorar tu creatividad.


Por tanto, tu estado de ánimo aumenta, se reconstruye tu confianza y haces que conectes con otras personas.

Las vacaciones son clave para un rendimiento óptimo en tu vida –

No son vacaciones si duran menos de una semana


Las investigaciones han mostrado que menos de una semana no es tiempo suficiente para descomprimir el estrés y la tensión de un trabajo a tiempo completo.


Es a partir de tres días completos cuando te comienzas a relajar completamente. Hasta ese momento, tu cuerpo aún sigue pensando en su trabajo y su ritmo de vida sigue adaptado a él.


Cuando el cerebro se da cuenta de que estás fuera de tu puesto de trabajo, comienza a disminuir su velocidad y producir menos estrés.


Tras una semana, cuerpo y mente están preparados para romper con tu empleo y tiene lugar el proceso de curación y descanso.


En resumen, las vacaciones además de ser divertidas y relajantes, pueden tener un efecto más que positivo en tu vida laboral, forzándote a ser más organizado y estar más enfocado en tu trabajo.


No te sientas culpable por tomarte tu tiempo libre, porque cuando estés en tu oficina serás mucho más eficiente y productivo. En lo que sí debes centrarte es en trabajar más inteligentemente, para que no tengas que dedicarle a tu trabajo más tiempo del necesario.


El exceso de trabajo desmedido no va a aumentar tu probabilidad de tener éxito. En todo caso, hará que te resientas de tu trabajo, disminuyas la calidad de tu vida e impacte de negativamente a tu felicidad.


Ya sabes: ¡Descansa y disfruta de tus vacaciones soñadas!