Tomar decisiones puede ser lo más cotidiano del mundo. No en vano, tomamos decisiones cuando vamos al supermercado a comprar la comida, cuando elegimos nuestra ropa, cuando nos vestimos, cuando comemos…
Casi se podría decir que estamos tomando decisiones desde que –prácticamente- nos levantamos, hasta que nos acostamos, momento incluso en el que tomamos la decisión de si dormir o ponernos a leer un rato.
Pero hay veces que por algún u otro motivo, puede costar más tomar una determinada decisión, bien porque ésta pueda ser difícil, bien porque no estamos momentáneamente capacitados para ello.
Si una decisión se te ha atragantado, te recomendamos a continuación los pasos a seguir para tomar una decisión.
Cómo tomar una decisión
1) Toma un papel y un lápiz (o bolígrafo). Si tienes muchos pensamientos, trata de escribir en el papel una lista con los pros y los contras de las posibles decisiones a tener en cuenta. Eso sí, no te olvides de los beneficios de escribir, ya que la escritura es buena como terapia.
2) Según escribas la lista, cada mañana cuando te despiertes échale un rápido vistazo, pero olvídate de ella, lo que te ayudará a no obsesionarte de forma que tendrás una mejor perspectiva.
3) Si son muchos objetivos, redáctalos secuencialmente. Estoy te ayudará a conseguirlos, o bien a tomar varias decisiones a la vez.
4) ¿Qué serías capaz de hacer? ¿A qué podrías renunciar?
5) Y finalmente, una vez que lo hayas decidido, intenta no pensar en ello y en qué te puedes haber equivocado.
Este artículo se publica solo con fines informativos. No puede ni debe sustituir la consulta a un Médico. Le aconsejamos consultar a su Médico de confianza.