En otra ocasión hemos mencionado las primeras y características deposiciones que manifiesta el bebé nada más nacer que es el famoso meconio. Ésta deposición es expulsada por el recién nacido durante las siguientes 24 horas de nacer, suelen ser de color verdoso tirando a negro con una textura bastante pegajosa.
SI tu recién nacido ha defecado el meconio no debe preocuparte su color ya que está compuesto por el líquido amniótico, la bilis y restos epiteliales que proceden del sistema digestivo y debe ser expulsado antes de comenzar con la lactancia.
A partir de aquí la caca que presenta el bebé irá cambiando, tardará en volver a defecar de uno a dos días y el color comenzará a cambiar a amarillento y verdoso. No debe extrañarte el color ya que a muchos padres les asusta que su pequeño tenga unas cacas tan diferentes y singulares pero el color y el olor tiene un por qué.
Cuando la madre comienza a amamantar a su bebé con leche materna su sistema digestivo comienza a digerir y trabajar por lo que a partir de aquí las deposiciones del bebé volverán a cambiar.
La leche materna contienen grasas y proteínas por lo que al pasar por el sistema digestivo del pequeño las deposiciones se van reduciendo y empezarán a disminuir su olor y su tamaño.
Sería ideal que la madre llevara la cuenta de cuantas veces al día hace caca, no se trata de llevar un recuento exacto y rígido si no, ser consciente que el recién nacido defeca entre cuatro y seis veces durante el día por lo que será una buena señal de que recibe suficiente alimento.
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