El té se convierte en una de las bebidas naturales más consumidas en el mundo, destacando sobretodo países como Japón, China o la India, en donde existe de hecho una grandísima tradición.
Su facilidad de preparación no supone que no existen realmente pasos para hacer un buen té, dado que siempre es útil seguir una serie de pasos adecuados que permitan aprovechar todos los beneficios, aroma y sabor del tipo de té que vayamos a disfrutar.
Pero para elaborar el té es necesario ya no solo contar con una buena tetera (las más adecuadas son las teteras de porcelana, cerámica y cristal), sino escoger entre los mejores ingredientes. Entre estos ingredientes nos encontramos tanto con el té como con el agua con la que elaboramos la propia infusión.
Agua mineral: la mejor
A la hora de calentar el agua en el cazo para luego servirla en la tetera, lo mejor siempre es optar por agua mineral, dado que permite que las hojas de té puedan aportar a la infusión todo su sabor.
Y dentro de estas aguas minerales las más adecuadas con las ligeras y pobres en sales, como por ejemplo las aguas minerales de manantial.
No es aconsejable el agua de grifo
El agua de grifo sólo es aconsejable utilizarla para precalentar la tetera mientras en el cazo estamos calentando el agua mineral. De esta forma evitamos que el cambio de temperatura sea muy brusco.
Nunca debemos usar el agua de gripo para preparar el té, sobretodo aquellas con sabor a cloro, ya que desvirtúan el sabor del té y son menos saludables.
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