El sufismo

El sufismo, Faouzi Skali, un místico del Islam

Faouzi Skali, el sufismo

el sufismo, Faouzi Skali, afirma que es un hombre de 2 etnias. Y dice la realidad. Nativo de Marruecos, Faouzi Skali medró en Fez, una localidad donde todo empezó con una oración: la del sultán sufí Moulay Idriss quien, fundando la localidad, oró a fin de que Dios fuera adulado allí, que su libro se lea allí y su ley se coloque «mientras que el planeta dure».

Relacionado de su ser a su localidad natal, Faouzi Skali canta interminablemente el espíritu de tolerancia y apertura, recordando que anteriormente las familias musulmanas y judías hallaron cobijo allí. Su doble cultura fue conseguida por Fez.

Estudiante de la escuela secundaria de la escuela secundaria francesa, descubrió allí toda la riqueza de nuestra cultura, pero sin perder nada propio. La religión, afirma, «vida empapada», «le dio su gusto», todo mezclado con el de pasteles de miel, bandejas de citas y jarras de leche.

Todavía recuerda los días en que la familia se reunió en el zaouïa, el santuario de la fraternidad del sufismo. Los hombres, vestidos con su túnica blanca y su turbante, cantaban armonías invocando el nombre de Dios sin fin. , el niño, contempló sin llevar a cabo cuestiones sus labios cansados, sus cuerpos que se inclinaban, se arrodillaban, inclinaban, en ocasiones bailaban, las gotas de sudor que en ocasiones perforaban en la frente, la tranquilidad radiante de las caras

Como resulta lógico, fue en Fezi Skali donde Faouzi creó (en 1994) el Festival de música sagrada: evangelios estadounidenses, protestas de frailes tibetanos, canciones de Myriam Makeba o la hermana Marie Keyrouz, oratorios, canciones ortodoxas sagradas.

“Con la Guerra del Golfo, enseña, se realizó visible que las relaciones entre etnias y religiones formarían de ahora en adelante los retos fundamentales de la guerra y la paz. Había que ofrecer una contestación, aun modesta ”

Asimismo fue en Fez donde lanzó una charla anual (sobre el tema «Un alma para la globalización») que, como el festival de música, fué emulado en Europa y Canadá, donde sea que esté «El espíritu de Fez». en el trabajo.

El sufismo, «La cuestión de la espiritualidad no es una cuestión subsidiaria»

«La cuestión de la espiritualidad no es una cuestión subsidiaria», enseña. Es central, individual pero asimismo colectivamente, para el planeta y las direcciones que toma el día de hoy. Como motor de transformación del ser, probablemente la espiritualidad desempeñe un papel esencial en la visión de prosperar nuestro planeta.»

Es en Fez, por último, que Faouzi Skali sueña con hacer lo que llama el «Sant\’Egidio del Islam». No obstante, a los 20 años (en este momento tiene más de cincuenta años), es sin arrepentirse de haber dejado su localidad y le dio la espalda a su tradición.

Convencido de que las ciencias lo harían «más capaz, más competente, más eficaz», y que la pureza de las matemáticas le dejaría entender la vida y el planeta, se inscribió en la Facultad de Jussieu, en París.

Tras las matemáticas (juzgado poco entretenido y desilusionante), había optado por las humanidades: la historia, sin lugar a dudas, de dar de comer una búsqueda espiritual «aún difusa». En el sendero, se había encontrado con El libro del sendero y la virtud de Lao Tseu. «La claridad de su expresión y la hondura de su sabiduría me fastidiaron», acepta. Leí y releí estas frases para conocer su concepto alén de las expresiones. Faouzi Skali entonces leyó el Corán por vez primera («un océano» !»), Entonces trabaja en el sufismo.

«Merced a mis abuelos», ha dicho, «mi niñez se había bañado en una atmósfera de amabilidad y gentileza. Pero no sabía nada sobre este místico musulmán, tanto en su teoría como en su vivencia íntima, alén de toda palabra. a los 23 años, enigmáticamente tocado por la felicidad divina, tuve la revelación interna de que este sendero era fundamental para mí, que debía abandonar todo en mí se encontraba fallecido. Todo lo mencionado se me impuso con una fuerza increíble, pero asimismo me dejó en una perplejidad sin limites.»

De todos modos, esta perplejidad no iba a perdurar bastante. En verdad, sus lecturas le habían enseñado una cosa: carece de sentido «redactar para rascar las paredes», uno puede ingresar en la vivienda del secreto divino solo pasando «por la puerta»: esto es, por un profesor merced a quien el acólito superará sus ilusiones y su pseudoconocimiento para entrar al verdadero conocimiento, el hecho «por Dios y en Dios».

A los 24 años, Faouzi Skali está con el que se transformará en su guía, Sidi Hamza Al Qâdiri Boudchich. “¿Deseas devolver el espíritu a su patria original?» le ha dicho el jeque. Conque abróchate el cinturón. Conviértete en su acólito libremente, prosigue su sendero. «En el momento en que un espéculo está sucio y revuelto, y deseas que refleje a la perfección el sol, tienes que hacer 2 operaciones», enseña, emulando a su profesor.

Debes pulimentar el espéculo, es el papel del dhikr [interminable invocación de los nombres divinos], y orientar el espéculo hacia el sol a fin de que se refleje. Tenemos la posibilidad de llevar a cabo horas y horas de dhikr. Si no te orientas apropiadamente, es tiempo perdido. Es tal y como si quisiéramos que un cuenco recolectara agua del cielo y pusiese el cuenco boca abajo, puede llover chaparrones, el cuenco no va a recoger solo una gota. Por otra parte, si el cuenco está destinado hacia el cielo, aun si solo cae una gota, puede recogerlo.»

El sufismo, «La religión no es un préstamo al creer»

«Religión», ha dicho Faouzi Skali de nuevo, «no es una suerte de listo para meditar o opinar que basta para ponerse. Es un viaje y una riña, una escuela de humildad. No obstante, en su búsqueda, jamás abandonó la investigación intelectual. Se sumergió en los escritos de profesores sufíes como Rumi, Ibn Arabi, Al Hallaj, preparó su proposición doctoral encargada de la civilización del sufismo en Marruecos, la reelaboró para llegar a una enorme audiencia (The Sufi Way, Albin Michel).

De a poco, el intelectual marroquí halló de esta manera su vocación: poner su conocimiento de las fuentes de la tradición musulmana y su dominio de la lengua y cultura francesa al servicio de este Islam de adentro; anunciar, sin distorsionarlo, la verdad original, lenguaje poético, riqueza literaria, espiritual, humano y artístico de esta tradición, llevarlo a cabo alcanzable más allá de que con frecuencia está oculto en los países musulmanes.

«Mi preocupación primordial es que el lector no asocie esta enseñanza con el pasado», enseña. El sufismo es el hijo actualmente, el hijo de su tiempo. A lo largo de este viaje, en 1976, Faouzi Skali conoció a Eva de Vitray-Meyerovitch. Había conocido su nombre desde el momento en que había leído El libro desde adentro, escrito en el siglo XIII por Dhalâl oud Dîn Rumi, principal creador de la fraternidad de los derviches giratorios, que había traducido del persa. Se conoció a lo largo de una charla que dio al lado de Paul Seghers.

El sufismo, «El primer antídoto contra el extremismo es el saber»

Desde entonces sus caminos con frecuencia se van a cruzar. Una solicitud de tradición cristiana, entrenada en teología y persa (para leer y traducir las proyectos de versistas y escritores sufíes), Eva asimismo desea ser una «puerta de entrada» entre 2 etnias. Del diálogo en medio de estos 2 expertos nacería una primera versión de Jesús en la tradición, el sufismo, de forma rápida agotada. Según con el deseo de Eva, que murió en 1999, Faouzi Skali termina de modificar el artículo para llevarlo a cabo más alcanzable.

Mediante versos del Corán, hadices del profeta Mahoma, cuentos populares sufíes y contenidos escritos místicos, paralelamente con pasajes del Evangelio, nos logró conocer el sitio que ocupaba Jesús en el Islam, y en especial en la tradición del sufismo.

Nos enseña que profesores del sufismo como Rumi o Ibn Arabi vieron en Jesús el «Sello de Santidad», tal como Mahoma es el «Sello de Profecía» ; que las parábolas y los actos de Jesús forman parte de una pedagogía de iniciación que recuerda los métodos usados en las formas sufíes ; y que las relaciones de Jesús con sus acólitos tienen exactamente el mismo contenido que las que Mahoma sostuvo con sus compañeros, o los tejidos del profesor del sufismo, con todos sus acólitos.

“El primer antídoto contra el extremismo es el saber de la historia y los contenidos escritos, afirma Faouzi Skali. Alguno sea la religión, la estaca es exactamente la misma: hallar la dimensión interna que nos esconde el poder del ego, ofrecer a luz en sí a una dimensión de amor.»

Vídeo de ¿Qué es el sufismo?

Vídeo de ¿Qué es el sufismo? del canal:

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