Supera la indecisión y no permitas que el miedo a decidir te paralice

Desde cambiar de trabajo hasta elegir los zapatos que vas a llevar puestos hoy, tu vida se basa en decisiones diarias.


En muchas ocasiones te vas a encontrar frente a la indecisión. Una situación similar al estar inmerso en arenas movedizas y no saber si el próximo movimiento te hundirá más o te acercará a la salida de ellas.

La indecisión es no saber hacia dónde te llevará tu siguiente paso –

Es frustrante. Pasar de una opción a otra, todas plagadas de incertidumbre. Una guerra entre las distintas candidatas, que consume tus pensamientos a cada instante. Tu mente se llena de reflexiones, todas confusas, sobre el qué pasará o el no saber qué hacer.


Sinceramente no es nada divertido. Para ser más exactos, es incómodo y muy difícil muchas de las veces. Pero no te preocupes por la capacidad de decidir es una habilidad y, como todas las habilidades, siempre se puede mejorar con la práctica.


Si eres indeciso tampoco te lo tomes a mal porque incluso los grandes líderes mundiales sufren de indecisión. Los que los distingue del resto de los mortales es su capacidad de llegar a la causa fundamental del bloqueo mental con el que se encuentran, para después eliminarlo.


¿Por qué nos cuesta tanto tomar decisiones?


Una de las mayores pruebas de fuerza mental que tienes es la capacidad de tomar decisiones firmes.


La indecisión siempre es signo de debilidad mental. Da muestra de que existen conflictos no resueltos dentro de ti.


Los problemas socaban la integridad de tu personalidad. Si permaneces en un estado de indecisión durante un largo período de tiempo, en vez de ganar fuerza, te debilitará.


Es importante no permanecer inmóviles ante el armario abierto y seguir pensando durante media hora qué pantalones vas a ponerte. O eliges uno o te quedarás paralizado demasiado tiempo.


El miedo es el principal culpable


El temor a las consecuencias de una elección, la preocupación por el qué dirán los demás o simplemente el miedo al fracaso y, en ocasiones, hasta miedo al éxito. Por no hablar del temido perfeccionismo o la falta de práctica por haber tomado pocas decisiones importantes.


El estado de indecisión puede ser incapacitante, sobre todo cuando las opciones que se te presentan parecen igual de viables.


Los efectos de la indecisión


Como ya te he dicho no eres el único que lucha contra la indecisión. Yo, sin ir más lejos, hace unos meses me encontraba en una encrucijada. Tenía que decidir si quería seguir en mi trabajo o dejarlo para empezar un proyecto en el que desarrollar mi pasión.


La indecisión es en última instancia un problema de acción, más que de otra cosas. La persona puede parecer que está pensativa y estar recapacitando, cuando en la realidad está inmovilizada por el miedo.


Todos la hemos sufrido en alguna ocasión. Pero hay que tener cuidado para que no se convierta en un problema debilitante que se alimenta de ti mismo.


La incapacidad de tomar una decisión suele estar relacionada con la falta de confianza en uno mismo y una tendencia a preocuparse en exceso de los posibles problemas.


Para superar la indecisión necesitarás tener fe y seguir tu intuición. Teniendo en cuenta que a veces no es lo que haces sino más bien cómo haces las cosas que son importantes.


Deberás reconocer el resultado que te dará la falta de decisión. La importancia de la decisión tendrá que pesar más que el resultado que seguro tendrás si no haces nada. Si este resultado es inaceptable, tendrás un interesante incentivo para llegar a una conclusión y avanzar deliberadamente.


Ventajas de la indecisión


Tardar en determinar tu elección no siempre será malo. Esto se traduce a más tiempo para pensar en la decisión que vas a tomar. Así como más tiempo para recolectar información y sopesar todos los hechos.


Si tu decisión no llega tan rápido como debería quizá significa que lo que tienes entre manos es un asunto importante. O, por el contrario, es una advertencia de que la decisión que estén pensando en tomar es equivocada.


Importante es siempre no quedarse pegado al estado constante de indecisión.


Inconvenientes de la falta de decisión


No decidir es malo si dura en exceso. ¿Cuánto es mucho? Todo depende de la situación específica.


Habrá que analizar si la demora hace que pierdas algo importante, algo que deseas… Cuanto más difícil sea el escenario en el que te muevas, más tardarás en decidir.


Consejos para superar la indecisión


Hay que aprender a tomar decisiones, al igual que aprendiste a nadar o montar en bicicleta. Es una habilidad como otra cualquiera.


Ahora reflexiona sobre cuánta indecisión está afectado a tu vida y cuánta energía le estás regalando a un hábito tan perjudicial.

Deja de regalarle tiempo y energía a tu incapacidad de tomar decisiones –

Aprender a ser más decisivo implica una voluntad de abordar la toma de decisiones de forma diferente.


Deja atrás la falta de confianza en tu capacidad de decidir. Solo debes cambiar tu mentalidad.


Dada mi ya dilatada experiencia en el tema, te voy a dar una serie de tips que he aprendido para superar la indecisión. ¡Empecemos!


1Deja a un lado el miedo


Con probabilidad tu falta de decisión está relacionada con el miedo. Averigua qué es lo que temes y anótalo.


Reflexiona sobre si es posible que tus temores se hagan realidad, qué pasaría entonces y como reaccionarías a esa situación.


No hay decisiones correctas o incorrectas, solo opciones sobre las que tienes control. Tus pensamientos, creencias, juicios sobre las opciones y resultados potenciales son los que te conducen a la parálisis. Cuando dejas de juzgar, serás capaz de tomar de decisiones y tu vida cambiará.


2Di no a los excesos


Muchas personas, en las que me incluía, tienden a sobreanalizar las cosas.


Pero hay un momento en que independientemente de toda la información que hayas recopilado o de las vueltas que le des, la decisión no va a ser más fácil.


Una opción para solucionarlo es poner límites a tu tiempo de investigación y análisis de la situación.


Si quieres saber cuál de las opciones es la mejor, valóralas del 1 al 10 y elige la que obtenga el número mayor.


Supera la indecisión


3Entrena con las pequeñas cosas


Si te dejas atrapar en la tarea de elegir entre cosas pequeñas e insignificantes, estarás perdiendo una valiosa energía que podrías estar empleando en algo de mayor importancia.


Para ser un experto, primero hay que practicar. Empezar por las pequeñas decisiones. Prueba con hacer un mínimo de 10 al día. Qué come, qué ruta seguir para ir a tu trabajo, qué productos comprar en el mercado, etc.


Decide sobre las pequeñas cosas del diario y no las pospongas salvo que sean de mayor envergadura.


4Piensa a largo plazo


Si echas un vistazo hacia atrás es posible que te des cuenta de que las decisiones que has tomado a lo largo de tu vida no han sido tan grandes como lo que pensaste en el momento de tomarlas.


Cuando estés antes una decisión importante, haz una reflexión y pregúntate si esa elección será importante dentro de 10 años. Si la respuesta es «no», seguramente no es tan importante como crees. Si, en cambio, es «sí» no pasa nada porque la mayoría de las decisiones son reversibles.


5Confía en ti mismo


Tus fortalezas pueden ayudarte a lograr lo que te hayas propuesto una vez hecha tu elección.


Enumera tus fortalezas y reconoce tus oportunidades e incorpóralas a tu proceso de toma de decisiones.


6Ponte límites


Para superar la indecisión, tendrás que incluir la capacidad de realizar y evaluar los hechos que afecta a la toma de decisiones.


Recopila los datos y la información que necesites pero siempre date un plazo realista para hacerlos. No pospongas más de lo debido.


Las decisiones juiciosas y las estrategias exhaustivamente analizadas debes ser eliminadas. Evita la parálisis por análisis.


Actúa, examina tus resultados, haz los ajustes que necesites y sigue adelante.


7Apóyate en tus amigos


Te enfrentarás a momentos en los que no tendrás la capacidad de decisión que esperas. Para ello, queda con un amigo y pregúntale.


Esto no implica que sea él el que tome la decisión, ese trabajo es tuyo. Pero su opinión puede abrirte puertas a nuevas visiones y opciones. Además de esclarecerte el camino, dándote algo de luz en las zonas donde más la precises.


8No te quedes con la primera elección


En este preciso momento estás tomando una decisión. Te encuentras en un entorno determinado, barajando una información específica y con una serie de ideas claras en tu mente.


Ahora espera unas 24h para hacerte la misma pregunta que requiere que decidas entre alternativas. Procura que el contexto en el que te encuentres sea distinto y toma la decisión de nuevo.


Si es la misma: ¡estupendo! Si no es así, deberás darle alguna vuelta más a la cuestión.


9Despeja tu mente


El ejercicio es una de las formas más efectivas, al menos para mí, para eliminar de tu mente la situación en la que te encuentres y todo lo que esta conlleva.


El deporte puede activar el modo difuso para absorber de una forma más eficaz información nítida para tomar una mirada más detallada de la situación actual en la que te encuentras.


Así serás capaz de analizar el complicado escenario en el que te encuentras desde un ángulo diferente para determinar la mejor solución.


10Confía en tu primer instinto


Lo que conoces como instinto es en realidad una gran cantidad de conocimiento acumulado con hechos empíricamente validados que no están en contacto directo con el cruce de caminos críticos.


La indecisión ralentiza tu vida y puede mostrar debilidad. Confiar en el primer instinto, conduce a una decisión rápida para que todo siga fluyendo y no te conviertas en el cuello de botella.


Te recomiendo que no uses este consejo en primera instancia. Practica primeramente y cuando tengas más soltura en la toma de decisiones, ya podrás dejarte llevar por tu intuición con resultados mejores.


11Rechaza la decisiones ilimitadas


Las personas tenemos limitadas el número de decisiones que podemos tomar al día. Elimina todas aquellas que no sean críticas. Tantas como te sea posible.


Haz uso de las estandarización. Cuanto más normalizas, más ancho de banda tienes para tomar decisiones de importancia.

Estandariza las pequeñas decisiones de tu día a día para centrarte en las importantes –

12Cara o cruz: lanza una moneda


Sí, tal y como has leído. Aunque suene muy simplista, si tras los pasos anteriores no has conseguido llegar a una resolución, es posible que tu intuición te esté diciendo que: la decisión no es importante o que todas las opciones son igual de válidas.


Si no eres capaz de superar la indecisión, tira una moneda y sigue adelante.


La indecisión implica que somos incapaces de decidir. Jean Paul Sartre dijo que «el hombre está condenado a ser libre». Esto quiere decir que constantemente estamos obligados a tomar decisiones, nos guste o no esta realidad. Incluso cuando no tomamos una decisión, estamos decidiendo no decidir.


Nadie puede alcanzar la perfección todo el tiempo, acepta el poder que tiene el ser suficientemente bueno.


Imagina cómo te sentirás de aliviado, relajado y menos estresado cuando superas la indecisión. Deja atrás la falta de decisiones y considera que toda elección que hagas tiene como objetivo satisfacer tus necesidades.


A veces nos volvemos indecisos porque nuestra mente se preocupa en exceso por todos los problemas potenciales.


En lugar de mirar los problemas, considéralos como oportunidades. Una mente indecisa siempre recoge los inconvenientes de las decisiones.


Céntrate en el potencial de la situación y esto te ayudará a ser más decisivo.


Además siempre podrás apoyarte en el post que escribí para saber si la elección que has tomado es la correcta.