¿Si Japón pudo… por qué tú no? 14 principios para alcanzar la Calidad Total

¿La ceguera te impide afrontar las causas de tus problemas? Hoy te voy a dar una serie de consejos para que aumentes tu efectividad. Una nueva filosofía para adoptar conciencia de calidad.


Breve pincelada histórica


Edwards Deming fue un estadístico estadounidense nacido en el despertar del siglo XX.


Al finalizar la II Guerra Mundial, fue invitado por el país nipón a dar cursos y conferencias a las diferentes empresas con el fin de salir de la crisis en la que estaban envueltas.


En EEUU estaban obcecados en producir y vender mucho. En las empresas primaba la cantidad frente a la calidad, la cual veían cara y nadie quería pagar por ella.


Japón siguió las recomendaciones que nadie hizo caso en su país.


En menos de 5 años, la economía de Japón resurgió tras ser arrasada por la guerra. Llegaron incluso a borrar a las empresas norteamericanas o a comprarlas por completo.


Consiguió posicionarse por encima de países destacados por su competitividad y ello gracias principalmente a la calidad de sus productos.


El país atribuye a Deming el renacimiento y éxito mundial de la economía japonesa.


Una de sus principales aportaciones fue la presentación de sus 14 principios de Calidad Total.


La experiencia ha demostrado que la aplicación de estos principios repercute de forma muy positiva al aumento de la calidad y a la reducción de costes.


Estas premisas son una herramienta principal para detectar errores en tu vida y un camino para salir de situaciones de crisis.


Japón empezó de cero. ¿Te animas a hacer lo mismo?


# 1. Constancia en el propósito de mejorar


Antes de hacer dinero, debe permanecer el negocio.


Es decir, hay que centrarse en buscar el bienestar a largo plazo.


Innovarse de forma permanente a través de la mejora constante y el mantenimiento.


Ten bien claro tus propósitos y la función que desempeñas en ellos. Con tus debilidades y tus fortalezas.


Significa buscar la superioridad en todos los aspectos de la vida.


Si el propósito no se desempeña satisfactoriamente solo genera inseguridades, temores y ansiedad. Y destruye la seguridad y la confianza.


# 2. Adoptar la nueva filosofía de calidad


Significa que los errores o el negativismo son inaceptables.


Tu objetivo permanente debe ser la constancia en la mejora continua.


Solo forma parte de aquellos proyectos que cumplan tus expectativas o necesidades.


Fija el precio que estás dispuesto a pagar.


Va a suponer un cambio no solo en ti, sino en todos los que se vean involucrados.


Te será más fácil a base de entrenamiento y alegría en el trabajo.


# 3. No depender más de la inspección masiva


En general, las empresas suelen inspeccionar un producto tras salir de la línea de producción o tras una etapa importante del proceso de fabricación.


La empresa paga a los empleados por hacer defectos y corregirlos posteriormente.


¿Sabes cuán costoso puede llegar a ser?


La calidad no proviene de la inspección sino de la mejora del proceso.


No te empeñes en analizar todo. Deja que todo fluya.


La inspección no va a ser eliminada, solo se hará innecesaria gracias al crecimiento personal y al control de los procesos que diriges.


Controla los procedimientos a medida que vayas avanzando en tus objetivos.


Alcanzarás la capacidad de predicción de posibles problemas antes de que ocurran.


Deshazte de los desechos, de degradaciones y de reprocesos.


La constante revisión genera una aumento de la presión sobre uno mismo, por lo que no es nada acertado.


Recuerda que es mejor prevenir que reparar.


# 4. No bases tus relaciones exclusivamente en el precio


No busques que tu grupo de personas cercanas te sean baratas. No elijas según la facilidad de mantenerles cerca. Elimina a todo el que no te sea útil a tu alrededor.


Busca relaciones que te ayuden a mejorar, sobre todo ten una visión a largo plazo.


Aquel que te da provisiones, consejos o experiencias “baratas”, solo te conducirá a una vida de menor calidad.


Cuando descubras a aquellas personas, no olvides de darles un tiempo de ajuste y acople con tu modo de vida antes de desecharlas.


Minimiza los costos y las preocupaciones creando relaciones sólidas y duraderas.


# 5. Mejorar continuamente y por siempre los sistemas


La mejora no es un esfuerzo de una sola vez.

La mejora no es un esfuerzo de una sola vez –

Encuentra la manera de reducir todo desperdicio de tu vida y mejorar la calidad.


Te va a resultar difícil alcanzar nuevas metas si siguen con los mismos procesos.


Ambos sabemos que los cambios son un proceso natural. Están ahí y no debemos dejarnos sorprender por ellos. Intenta controlarlos.


No queremos que la mejora en nuestro día a día sea algo para el ahora y nada más. Este sistema nos exige una visión a largo plazo, como ya has visto.


El análisis, la comprensión y el proceso de mejora son tareas que tendrás que prolongar durante toda tu vida. Así conseguirás el éxito.


# 6. Implantar la formación


No puedes cumplir bien con un trabajo si no sabes cómo hacerlo.


No te bases solo en las instrucciones, intenta llegar más allá conociendo de lo que se hace. No actúes como una máquina.


En cualquier aspecto de tu vida, la formación es vital. Si no sabes cómo hacer algo, busca o pregunta. Que el desconocimiento no te impida avanzar.


Evalúa las acciones que tomas, sé consciente de tus actividades y de cómo contribuyen al logro de tus objetivos.


Eres tu mayor activo, el más importante. Eres el único que puede mejorar con el tiempo. Dedica tiempo, esfuerzo y, si te es posible, dinero para prepararte y capacitarte.


# 7. Instituir el liderazgo


No caigas en el error de castigarte cuando las cosas no van cómo deseas. Dedica tu esfuerzo en dirigirte hacia la realización de un mejor trabajo y aprender de aquel que pueda ayudarte.


Un líder orienta y establece los objetivos. Crea y mantiene un ambiente capaz de tenerte involucrado en el logro de tus propósitos.


No pierdas de vista tus debilidades y esmérate en trabajar en ella. Pero, sobre todo, reconoce tus talentos y habilidades.


# 8. Desterrar el temor


Olvida el temor a equivocarse y genera un ambiente de confianza.


No temas hacer preguntas cuando no comprendas qué está saliéndote mal.


Lo principal es que te sientas seguro. No puedes dar lo mejor de ti mismo sino te sientes seguro.


El miedo conlleva a que dejes de pensar. Elimina tu alegría y mata toda tu motivación.


Si quieres un consejo rápido: fija metas a largo plazo pero no olvides que deben ser consecuentes con tu nueva filosofía.


# 9. Derribar las barreras entre diferentes áreas.


Evita que las diferentes áreas de tu vida en la que te ves envuelto choquen o compitan entre sí.


Elimina también todos los problemas de comunicación que tengas con las personas de tu entorno.


Trabajar y vivir como un todo es muy necesario. Compensa las debilidades con las fortalezas y agudiza tu ingenio para resolver cuestiones.


# 10. Eliminar lemas, exhortaciones y metas que provengan de otros


No te dejes influir por los demás.


Formula tus propios lemas. Te evitará presiones para aumentar tu productividad si llegan en forma de amenazas.


Las metas son necesarias, obviamente. Pero no te fijes aquellas que sean contraproducentes, que te generen resentimiento y frustración.


# 11. Elimina “objetivos numéricos” si no son necesarios


Céntrate en la calidad y en los métodos que sigues.


No te centres en lo material, puede ser garantía de ineficiencia.


Acepta la existencia de cambios constantes y focaliza todo tu esfuerzo en reducir sus impactos.


Recuerda que una nueva meta sin un nuevo método no cambia el proceso.

Una nueva meta sin un nuevo método no cambia el proceso –

Date pequeñas recompensas cada vez que consigas nuevas metas. Te ayudará a continuar en tu proceso de mejora.


# 12. Derriba las barreras que impiden el sentimiento de orgullo que produce un trabajo bien hecho


Te aseguro que uno no comete errores a propósito, sobre todo cuando se trata de uno mismo.


Dale una vuelta de tuerca a tus creencias. Empieza a plantearte que lo que fracasa es el sistema. No te desmotives.


Analiza y estudia el sistema. ¿En dónde ha podido fallar? ¿Cuáles han sido las causas? ¿Has intentado mejorarlo anteriormente?


Particípate activamente y reconoce tus logros.


Si te interiorizas como clave e importante en lo que realizas, harás todos los esfuerzos posibles para continuar.


Siéntete orgulloso de lo que haces e identifícate con ello. Mejorará tu autoestima.


# 13. Establecer un programa de educación y entrenamiento. Automejora


Ya te he comentado la importancia de la formación. Cuanto más adiestrado, más preparado estarás para lo que te pueda deparar el futuro.


Va a depender de ti, de tu visión, de tus objetivos para alcanzarla, de los nuevos comportamientos que estás dispuesto a asumir.


Prepárate para el mañana y no te desanimes.


# 14. Tomar medidas para lograr la transformación.


¡Actúa!